El enorme ahorro de luz que supone tener una casa pasiva
En los últimos meses, el precio de la electricidad ha alcanzado varios máximos históricos, y las previsiones apuntan a que se seguirán superando. A ello hay que sumar una nueva tarificación horaria, que penaliza el consumo en horas de mayor demanda energética. El ahorro luz es hoy más importante que nunca. Un ahorro que en una casa pasiva no supone ningún esfuerzo.
El consumo de electricidad en los hogares
En enero fue por el impacto de la borrasca Filomena, pero en abril, sin ningún fenómeno meteorológico adverso, el recibo de la electricidad registró la mayor subida en ocho años. Y la dependencia energética hace muy difícil el ahorro luz en la gran mayoría de hogares españoles.
Hoy la normativa en materia de construcción obliga a tener en cuenta el aislamiento y medidas de eficiencia energética. Sin embargo, los sistemas de construcción tradicionales no ayudan excesivamente a rebajar la factura de la luz. Todo lo contrario a lo que ocurre en una casa pasiva.
Teniendo en cuenta datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el consumo medio de electricidad al mes en los hogares españoles es de unos 292 kW. En euros, la media superaba ya los 60 € al mes antes de las últimas subidas. Pero en una casa pasiva, esa factura puede quedar reducida a la mínima expresión.
El ahorro energético en una casa pasiva
En una casa pasiva, el ahorro luz puede oscilar entre el 60 % y el 90 %. Dependerá, en parte, de la propia construcción y también del clima. Es en zonas de temperaturas más extremas donde se alcanza una mayor eficiencia energética, gracias a que el sistema passivhaus permite mejorar el confort térmico en el interior de manera natural, sin necesidad de acudir a equipos de climatización.
Una adecuada orientación, un buen aislamiento térmico, ventanas y cristales de alta eficiencia, la eliminación de puentes térmicos y la ventilación mecánica con recuperación de calor son los elementos esenciales. Gracias a ello, una casa pasiva puede mantener una temperatura estable en su interior de forma natural.
Pero hay otros aspectos que también contribuyen al ahorro luz en este tipo de construcción. Disponer de energía para calentar agua, para el funcionamiento de los aparatos eléctricos o para tener calefacción en invierno es esencial. En estas cuestiones, el ahorro luz llega de la mano del empleo de fuentes de energía renovable, inagotables y gratuitas.
En una casa pasiva, el aprovechamiento de la energía solar es incuestionable. Sin embargo, existen alternativas, como los sistemas de geotermia y aerotermia. Este último es eficiente, pero menos potente que la geotermia, muy aconsejable en climas más duros o con menos horas de sol.
Gracias a todo ello, la demanda de energía de una casa pasiva puede reducirse a cifras irrisorias, por debajo de 120 kW/h por metro cuadrado y año. El ahorro luz, por lo tanto, no admite discusión.
Una inversión que se recupera
El coste de construcción de una casa pasiva no es mucho más elevado que el de una en la que se empleen técnicas tradicionales. De media, se sitúa entre un 5 % y un 15 %. Pero teniendo en cuenta las circunstancias actuales y la constante subida del precio de la electricidad, se trata de una inversión rentable cuyo sobrecoste se amortizará en un breve plazo de tiempo.
En una casa pasiva, no es necesario realizar ningún esfuerzo en ahorro luz. Sus elevados niveles de eficiencia energética permiten romper ese lazo de dependencia del suministro eléctrico, mucho más ahora, cuando además de pagar más por el consumo, es necesario cambiar de hábitos para que la factura no sea inasumible.
Si estás pensando en un nuevo hogar en el que no tengas que estar pendiente del consumo eléctrico ni sacrificar tu confort para evitar que la factura se dispare, una casa pasiva es la mejor idea. En MODULARIUM hacemos realidad tus sueños, con el mejor diseño y la tecnología más avanzada.
