La relación con nuestras casas ha cambiado en los últimos años de manera bastante revolucionaria. El espacio que se utiliza como hogar ya no es sólo una vivienda donde desarrollamos parte importante de nuestras vidas, también se busca un lugar eficiente donde podamos cumplir con criterios de sostenibilidad que nos permitan un futuro mejor.
Con esta idea nace el concepto de casas passivhaus (traducido del alemán, casas pasivas) como una idea de construcción de viviendas que tiene en cuenta factores como la salud, el medio ambiente y los costes de suministros. Estos conceptos se unen a la demanda de otras características para el hogar como el confort y el cuidado de la salud de las personas.
El concepto de casas passivhaus nace en 1988 de la mano de los profesores Bo Adamson de la Lund University, Suecia, y Wolfgang Feist del Institut für Wohnen und Umwelt (Instituto de Vivienda y Medio Ambiente). La idea consistía en crear construcciones cuyo aislamiento térmico y control de infiltraciones permitieran maximizar la calidad del aire interior.
En este concepto también se incluye el uso de la energía solar para la climatización de manera autónoma, consiguiendo una reducción muy significativa del consumo eléctrico.
Casas Pasivas en la actualidad, un concepto que vuelve a resurgir
A pesar de que la propuesta de casa passivhaus es de hace más de treinta años, lo cierto es que está adquiriendo bastante relevancia social en la actualidad por la especial preocupación que existe sobre cómo conseguir unos modos de vida más sostenible.
La importancia de las casas pasivas en la actualidad se comprueba por el interés de estudios de arquitectura en la construcción de este tipo de edificios en los últimos años. En 2016 en España aparece la primera vivienda con certificado Passivhaus Plus que contenía su propio sistema de energía fotovoltaica.
Lo cierto, es que el ideal de las casas passivhaus es conseguir una vivienda que se pueda autoabastecer totalmente reduciendo su huella ecológica de manera bastante considerable. España, debido a su clima, tiene las condiciones idóneas para acercarse a este tipo de niveles de sostenibilidad tan ambicioso y por eso resulta muy interesante este tipo de construcción para un futuro cercano.
Muchas de las características de la passivhaus coinciden con las demandas sociales actuales
La preocupación por el medioambiente y la salud será la tónica que defina mucho de los comportamientos a corto y medio plazo. Las casas pasivas encajan perfectamente con este tipo de necesidades ya que buscan las condiciones que permitan un consumo energético mínimo. A esto se le une la idea del cuidado de la salud de los habitantes de las casas passivhaus, mostrando una especial preocupación por la calidad del aire en el interior.
Por supuesto que también se tienen en cuenta las condiciones de habitabilidad del interior de la casa passivhaus. El reto es conseguir una casa con muy bajo impacto en el medio ambiente pero que mantenga elevados niveles de confort. Al fin y al cabo, lo que se pretende es conseguir un hogar.
En el diseño de una casa passivhaus se tienen en cuenta factores como el aprovechamiento al máximo de la luz natural. Para ello se tienen en cuenta conceptos como la orientación o la distribución de las distintas estancias. En las casas pasivas el diseño es lo que marca la diferencia teniendo en cuenta los ritmos de vida dentro de una casa.
El consumo energético eficiente se puede conseguir con electrodomésticos de bajo consumo (algo que se está promoviendo desde la Unión Europea). La tecnología resulta fundamental para conseguir aprovechar al máximo la idea de casa pasiva. Los avances que se han dado en los últimos años permiten dar ese salto para la proliferación de este tipo de construcción.
Un claro ejemplo de innovación es la ventilación mecánica con recuperador de calor (VMC) que contribuye a crear el ambiente adecuado para la salud. Con esta tecnología se cubre una de las principales cuestiones que se abordan en una casa passivhaus: la salud de los miembros del hogar. Además de crear espacios donde el confort sea una prioridad, también existe una especial preocupación por la calidad del aire.
Por supuesto que el aspecto económico es una de las grandes bazas de las casas pasivas para un futuro próximo. Menor consumo energético supone menor coste y esto es muy bien recibido por todas las economías domésticas. En la actualidad existe una alta demanda de un cambio en el modelo de la relación entre usuarios y los proveedores de energía.
Las casas pasivas están cobrando especial importancia en la actualidad, pero sobre todo están pensadas en una inversión para un futuro mejor. Plantean un cambio de estilo de vida en el que somos más conscientes de nuestra huella ambiental sin necesidad de renunciar a las comodidades actuales y teniendo en cuenta a las generaciones futuras.
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